Una Noche Sin Lanna
Esta noche no puedo dormir,
pienso en las palabras que te pude decir.
Esta noche espero por ti, Lanna
pienso en las palabras que de ti me perdí.
Espero ansioso el tintineo
que me anuncia la conexión
de un nuevo compañero
deseando que esta vez seas tú
la persona que llega a mi pequeño reino.
Mi corazón se agita cada vez que lo escucha
deseando que esta vez seas tú
quien aparezca en una ventana
para poder brincar jovial de alegría
por disfrutar de otra larga velada
leyendo tus palabras.
A ti te entregué mis sueños
para que las convirtieras
en noches de desvelos.
Esperando ansioso la llegada
de nuevos mensajes con tus palabras.
Cuando el mundo nos permite
acudir a nuestra cita,
pocas cosas echo de menos,
entre ellas poder escuchar tu voz .
Mi imaginación vuela por ello
esperando algún día
poder disfrutar de ella
junto a la mirada de tus verdes ojos.
Tus joviales sabias palabras
y tus naturales emociones
son lo único que consigue
tranquilizar mi agitada mente,
llevándome a un estado de relax
que permite a mi pobre alma atormentada
descansar una noche más.
Palabras frescas que vienen de lejos,
que recorren veloces los casi 2000km
que separan Novi Sad de Barcelona,
como aves migratorias
buscando el sol de mi tierra.
Atravesando los Dináricos,
los Alpes y los Pirineos
que de ti me separan.
Saltándose furtivamente las fronteras
con la nocturnidad
de escurridizos bandoleros,
como las estrellas fugaces
que me ilusionaban de pequeño.
Y cuando a altas horas
de la madrugada
lucho contra Morfeo,
con mis ultimas fuerzas,
a pesar de tu ausencia
decido enviarte un solitario mensaje
tal y como un pobre naufrago
envía el suyo último y desesperado
dentro de una botella
con el fin de dejar reflejo
de su paso por este planeta.
Pero finalmente, mi ser
se rinde ante su poder...
pienso en las palabras que te pude decir.
Esta noche espero por ti, Lanna
pienso en las palabras que de ti me perdí.
Espero ansioso el tintineo
que me anuncia la conexión
de un nuevo compañero
deseando que esta vez seas tú
la persona que llega a mi pequeño reino.
Mi corazón se agita cada vez que lo escucha
deseando que esta vez seas tú
quien aparezca en una ventana
para poder brincar jovial de alegría
por disfrutar de otra larga velada
leyendo tus palabras.
A ti te entregué mis sueños
para que las convirtieras
en noches de desvelos.
Esperando ansioso la llegada
de nuevos mensajes con tus palabras.
Cuando el mundo nos permite
acudir a nuestra cita,
pocas cosas echo de menos,
entre ellas poder escuchar tu voz .
Mi imaginación vuela por ello
esperando algún día
poder disfrutar de ella
junto a la mirada de tus verdes ojos.
Tus joviales sabias palabras
y tus naturales emociones
son lo único que consigue
tranquilizar mi agitada mente,
llevándome a un estado de relax
que permite a mi pobre alma atormentada
descansar una noche más.
Palabras frescas que vienen de lejos,
que recorren veloces los casi 2000km
que separan Novi Sad de Barcelona,
como aves migratorias
buscando el sol de mi tierra.
Atravesando los Dináricos,
los Alpes y los Pirineos
que de ti me separan.
Saltándose furtivamente las fronteras
con la nocturnidad
de escurridizos bandoleros,
como las estrellas fugaces
que me ilusionaban de pequeño.
Y cuando a altas horas
de la madrugada
lucho contra Morfeo,
con mis ultimas fuerzas,
a pesar de tu ausencia
decido enviarte un solitario mensaje
tal y como un pobre naufrago
envía el suyo último y desesperado
dentro de una botella
con el fin de dejar reflejo
de su paso por este planeta.
Pero finalmente, mi ser
se rinde ante su poder...